Un software no necesita estar en posesión de una persona, pero debe poder acceder a él y utilizarlo desde donde esté.

Probablemente has oído hablar o incluso utilizas uno de sus recursos, aunque no lo sepas ¿No lo puedes creer?
¡Entonces vamos!

Si ya has utilizado Dropbox, Google Drive o convertidores como Free PDF, ¡estamos encantados de informarte que son SaaS!

En el pasado, una queja constante de los emprendedores era la cantidad de softwares que debían adquirir para ejecutar diferentes funciones dentro de sus empresas. Pensando en eso y en la total insatisfacción de los clientes con los recursos, surgió la idea de crear el software como servicio.

Un sistema SaaS o Software as a Service, es un modelo de distribución de software en el que tanto el software como los datos manejados son centralizados y alojados en un único servidor externo a la empresa.

La empresa contratante accede al software y todos sus datos a través de un navegador web desde cualquier ordenador. Eso quiere decir que toda la información, procesos, resultados, etc. almacenados en este software son de fácil acceso desde cualquier lugar. Tanto el software como los datos están centralizados y hospedados en un único servidor.

¿Qué implica el hecho de que podamos operar con aplicaciones alojadas en servidores externos?

La principal novedad es que el uso del software ya no se basa en la instalación de la aplicación en los ordenadores locales de la empresa. Cualquier trabajador puede acceder al programa desde cualquier punto del mundo sin necesidad de instalación previa, gran ventaja para empresas que operan a nivel global.

Además, se reducen los costes de licencias, mantenimiento y soporte y se mejora la movilidad.

Ahora que ya sabes lo que es un Software as a Service, mostraremos algunas ventajas:

Reducción de tiempos
Una de las grandes diferencias con el modelo tradicional es que en el sistema SaaS el software ya se encuentra configurado. Esto supone un importante ahorro de tiempo en la fase de instalación y configuración del software en cada uno de los ordenadores que lo van a utilizar.

Reducción de costes
Esta centralización del software también supone una reducción en los costes de adquisición. La ubicación compartida de la aplicación reduce los costes de licencia de hardware y software. Esto hace que muchas PYMES puedan acceder al uso de software especializado que en el modelo de distribución tradicional no podrían asumir debido a que supone una carga importante en sus costes de estructura.

Pero no sólo se reducen los costes de adquisición, lo mismo sucede con los gastos de mantenimiento y soporte. La empresa proveedora del servicio SaaS también se ocupará de estos servicios, de modo que la empresa contratante no necesita un departamento interno especializado en ello y se puede despreocupar de este punto.

Escalabilidad e integración.
Generalmente las soluciones SaaS operan en un contexto Cloud que se puede escalar e integrar con otras soluciones de Software as a Service. Si lo comparamos con el modelo tradicional de distribución de software, el usuario ya no necesita comprar otra aplicación o servidor.

Actualizaciones.
Los proveedores de sistemas de Software as a Service se encargan de ir actualizando sus aplicaciones y ofrecérselas a sus clientes.

Fácil uso y testeo.
Las soluciones SaaS son de fácil uso sobre cualquier sistema operativo que utilice la empresa. Estas aplicaciones suelen incorporar muestras de fácil uso y un servicio de soporte por parte de la empresa proveedora.
Además, los usuarios pueden testear las distintas funcionalidades del software antes de realizar la compra definitiva.

La primera y gran diferencia es dónde se alojan los datos de los clientes!

Mientras que el software debe instalarse en una máquina de propiedad de la empresa contratante, el SaaS es accedido por un navegador web, quedando los datos guardados en la nube.

El software como servicio no requiere una instalación específica para cada cliente y tiene sus personalizaciones estandarizadas, de modo que el usuario escoge los paquetes que más satisfagan sus necesidades.

Además, para que una empresa sea caracterizada como SaaS, el software debe ser enfocado en servicio y necesariamente accedido por un navegador web o una aplicación desarrollada.

Como se observa, este modelo de distribución de software supone un sistema totalmente nuevo del que las corporaciones pueden beneficiarse considerablemente.

Todavía existen escépticos de las soluciones SaaS que se amparan en la creencia de que “es mejor tener mis datos en mi ordenador”. No obstante, cada vez son más las empresas que se fluyen en los nuevos modelos, del mismo modo que las empresas proveedoras de servicios SaaS aumentan en cantidad y tamaño.

Los emprendedores están viendo las necesidades y creando opciones de solución para las empresas y los consumidores. Software as a Service, o SaaS, es un gran fenómeno que viene cambiando mucho los conceptos e ideas de las personas.
Debemos evaluar las ventajas y aplicaciones de cada recurso y ver cómo pueden ser importantes para los negocios.

Es claro que todavía hay algunos desafíos a ser superados, como la falta de la sensación de seguridad en disponibilizar datos estratégicos en la red virtual de internet.

Sin embargo, es necesario crear medidas para eso y mostrarle al público que es, sí, una gran elección, pensando que esa es una tendencia natural.